viernes, 17 de abril de 2009

El regreso de Aerolíneas a la órbita estatal

El 24 de julio el Gobierno envió al Congreso un proyecto de ley para el traspaso de Marsans al Estado de las acciones de Aerolíneas y Austral (subsidiaria).

El oficialismo, que todavía tenía en sus retinas la derrota parlamentaria que significó el no del Senado a la Resolución 125, consiguió asegurarse el triunfo en el tema Aerolíneas tras los cambios incorporados a la versión original del proyecto, lo que atrajo los votos de los peronistas que habían votado en contra de la 125 y algunos bloques opositores.

El 22 de agosto, luego de trece horas de sesión, Diputados aprobó por amplio margen el proyecto oficial con las modificaciones que planteaban la imposibilidad de comprarla para después reprivatizarla, la transferencia de la empresa a la órbita nacional previo a la valuación del Tribunal de Tasación Nacional y no de empresas privadas y que una vez teniendo la valuación oficial el Congreso es el que aprueba la compra o expropiación.

El Diputado Ardid motivado por los cambios introducidos aprobó en general el proyecto de ley y en particular se opuso a alguno de los artículos y lo fundamentó de la siguiente manera:

Escuchando a los señores diputados preopinantes parecería que los argentinos somos quizás el mejor ejemplo del concepto hegeliano de los procesos cíclicos de la historia donde desgraciadamente tendemos a repetir o reeditar en forma permanente situaciones como la que por ejemplo se nos dio, de tener dos modelos distintos de una aerolínea, ninguno de los cuales pudo llegar a completar plenamente la función que le cabía cumplir.

Algunos diputados preopinantes han dicho que se hacían cargo de la historia. Me alegra haberlo escuchado, porque eso quiere decir que en el ejercicio de hacernos cargo de la historia debemos empezar a tener memoria para poder recordarla.

En ese sentido, debemos considerar que las cosas teóricas que acá nos planteamos y las realidades de la vida cotidiana corren por carriles distintos.

Por ejemplo, estamos planteando nuevamente que de aquí en adelante tendremos férreos mecanismos de control, que no se nos escapará un número, que todo lo haremos con prolijidad, que pobres de aquellos que se quieran olvidar, etcétera. Esto implica no recordar la historia que hemos venido repitiendo desde hace muchísimo tiempo.

Por eso apelo a la memoria, y si se está diciendo esto, asumamos la parte de responsabilidad que nos cabe.

Como órgano nosotros también tenemos responsabilidad. Por ello, con toda la firmeza que corresponde debemos solicitar a los encargados del control que lo concreten en tiempo y forma, como debe ser.

No debemos olvidar que si hoy estamos celebrando esta larga e importante sesión es, fundamentalmente porque no hemos tenido memoria y no hemos ejercido los mecanismos de control que la ley establece, por lo cual ahora nos estamos desgarrando las vestiduras.

Con sinceridad, lamento que este proyecto impulsado por el oficialismo venga impregnado de tanta urgencia, porque ello siempre va en detrimento de la calidad.

Debemos adoptar una importante decisión política sobre un hecho consumado, pues previo a todo esto existió un acta acuerdo que en alguna medida está condicionando el accionar del gobierno.

Por otro lado, valoro profundamente el gran esfuerzo que ha realizado el oficialismo para introducir grandes modificaciones en el proyecto de ley en consideración.

Creo que con muy pocas cosas se puede mejorar bastante todo el trasfondo de esta cuestión. No es mi intención entrar en el análisis exhaustivo que ya se ha realizado en toda esta historia de desencuentros que desgraciadamente ha sufrido nuestra línea de bandera.

Es verdad que en última instancia quizá corremos el riesgo de hacernos cargo de alguna deuda que pueda resultar gravosa para nosotros, pero que entiendo no nos corresponde, porque no es competencia del legislador sino del Poder Judicial evaluar y sancionar la configuración de los delitos tanto por parte de la empresa a cargo del gerenciamiento como de los funcionarios que pudieran estar implicados en las figuras de cohecho o de corrupción.

Nos parece de suma importancia atenuar las consecuencias de lo que implica el hecho de comprar. Se trata de un cambio pequeño y sutil en el artículo 1º, que en nuestra opinión debería quedar redactado del siguiente modo: “A los efectos de garantizar las prestaciones del servicio público de transporte aerocomercial de pasajeros, correo y carga en el ámbito de la República Argentina se dispone dar inicio al procedimiento de recuperación de la operatoria de las empresas por parte del Estado Nacional por medio del método de adquisición que resulte más adecuado a los intereses de la Nación.” Eso implica comprar, nacionalizar, intervenir o expropiar.

Creemos que de esta forma verdaderamente se incorpora calidad legislativa en la redacción de este artículo y por eso lo proponemos.

También somos conscientes de que en este planteo que hace el oficialismo a través del proyecto debemos seguir manteniendo un servicio público fundamental para unir espacios muy alejados de nuestro extenso territorio.

En la espera de que sí se incluya esta modificación, al igual que algunas otras que plantearemos más adelante en oportunidad de la discusión en particular, vamos a acompañar en general este proyecto. (Aplausos.)

Minutos después el Diputado Ardid pidió una intervención que le fue concedida: “Señor presidente: yo también estoy de acuerdo en que se reemplace la palabra “rescate” por “re estatización”. Además, insisto en que para mejorar la técnica política de esto y permitirle al gobierno mayor margen de maniobrabilidad en las negociaciones sería conveniente cambiar la palabra “compra” por “la operatoria por medio del método de adquisición que resulte más adecuado a los intereses de la Nación”.

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